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Titulos: Provincia de Guipúzcoa: diario de las ocurrencias del tránsito real de S.M. la Reyna N.S. desde el río Vidasoa hasta el punto de Arlabán, límite entre la Provincia de Guipúzcoa y la de Alava.
Nota: 15 p.; 28 cm
Consulta en microficha. - Digitalizado
Editor: [S.l.]: [s.n.], [1819?].
Materia: Visitas de Estado--Gipuzkoa. Gipuzkoa--Historia--1819.
CDU:  946.62"1819"
394.9(466.2)

Localizacion         Sign.Topografica
FONDO DE RESERVA         C-292 F-9
Estado NO PRESTABLE

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PROVINCIA
DE
GUIPUZCOA

DIARIO DE LAS OCURRENCIAS DEL TRANSITO REAL de S. M. la Reyna N. S. desde el rio Vidasoa hasta el punto de Arlaban, límite entre la Provincia de Guipuzcoa y la de Alava.

Con fecha de 31 de Agosto de 1819 se comunicó por el Exmo. Señor D. Juan Lozano Tórres Real órden á la Diputación de Guipuzcoa preveniéndola, que la Reyna N. S. debía llegar á Irun hácia el dia 20 de setiembre: que en la misma Villa se haría la entrega Real, y que tomase las disposiciones necesarias para el alojamiento, seguridad, auxilios y regocijos en los pueblos de la Provincia por donde debia transitar S. M.

Con este grato anuncio se desplegó el celo y amor de los Guipuzcoanos hacia su augusto Soberano: y á pesar de la penuria del pais, se apresuró la Diputacion á adoptar cuantos medios estaban á su alcance, para que este servicio se hiciese con dignidad y brillantez.

Nombró la Provincia desde luego al Exmo. Señor Duque de Granada de Ega, y á los Señores Condes de Villafuertes, Monterron y D. Joaquin María de Ferrer para recibir á la Reyna en nombre de la misma en el rio Vidaosa á la orilla de Francia, según costumbre, y acompañar á S. M. hasta el territorio de Alava.

Dispuso que todo el camino en su estension de 22 leguas se repusiese al momento para hacer mas seguro y cómodo el tránsito.

Ordenó al Director de la misma carretera general, que preparase veinte y cuatro arcos triunfales: el primero en representacion de la Provincia con el escudo de sus armas, estatuas, bustos de SS. MM. y otros adornos simbólicos alusibos á este Augusto suceso, terminado con una corona Real apoyada sobre los dos mundos. Para colocar este arco triunfal se señaló un punto entre el rio Vidasoa y la villa de Irun: los restantes 23 se pusieron en otros tantos pueblos de Guipuzcoa situados en su carretera general.

Al mismo tiempo usando la Provincia d esu prerrogativa para casos semejantes acordó: que se formase compañías de naturales en número de unos dos mil hombres para hacer los honores y la guardia á la Reyna N. S. así en las casas en que se hospedase en los tres pueblos de mansion que son Irun, Tolosa y Vergara, como en los restantes veinte de la carretera general costeando su equipo y armamento. Ademas excitó á que aun á los intermedios de pueblo á pueblo concurriesen gentes de los circunvecinos al obsequio de S. M.

Se tomaron tambien disposiciones eficaces, para que se preparase una magnífica Gondola por la ciudad de Fuenterrabía á causa de haber cedido la Provincia el año de 1818 este derecho al mismoi pueblo para el tránsito de las Personas Rales por el rio Vidasoa, y esta Barca quedó adornada con el mayor gusto y elegancia.

En este estado se anunció á la Diputacion que iva á entrar en su Solar el Exmo. Señor marques de Valverde, conde de Torrejon, Gefe de la comitiva Real y Mayordomo de la Reyna N. S. para recibir á S. M. en Irun. Al punto dió comision á los Señores D. Bernavé de Otalora y D. José Vicente de Irazábal para que á la llegada de S. E. á Vergara le felicitasen en nombre de la Provincia, y lo hicieron con oportunidad.

Así mismo dispuso: que en los tres puntos de mansion se eligiesen las mejores casas para alojamiento de S. M. A su virtud se adornáron con esmero, distinguiéndose la de Irun decorada de alajas y muebles todos nuevos y de mucho valor y con tanto gusto y magnificencia, que mereció la aprovacion de S. M. y de cuantos la viéron.

Llegáron á Irun el dia 25 de setiembre los espresados Diputados de la Provincia, igualmente que el Corregidor interino de ella D. José Joaquin de Garmendia y con estos Caballeros el Secretario de la misma. Deseando esta Diputacion obsequiar al Exmo. Señor marques de Valverde, conde de Torrejon y demas Señores y Señoras de la Comitiva Real dio en la Sala Consistorial un bayle lucido, en que se sirvieron abundantemente variedad de refrescos á un concurso muy numeroso el domingo 26: y las noches sucesivas siguiéron los obsequios en nombre del Pais en la misma Sala á la que concurrian tambien las autoridades Civiles y Militares.

Los Diputados de la Provincia cuidaron desde Irun, de que tanto en esta Villa como en las de Tolosa y Vergara se preparase todo lo necesario, á fin de que la mesa para la Reyna N. S. y las de Estado se sirviesen de comidas espléndidas: que los Guardias de honor en los 23 Pueblos del camino y aun los de sus laterales hiciesen el servicio con exactitud: que los festejos fuesen brillantes y continuados en toda la carretera general, acudiendo gentes con las músicas, bayles, vivas y aclamaciones que les dictase su adhesion al Soberano.

Para realzar las funciones en Irun á la llegada de la Reyna dispuso la Diputacion: que una compañía graciosa de bayle compuesta de 40 niños y niñas de Pasages vestidos con elegancia en trage Asiático con su compañía de música se trasladase á este punto, seguro de que la hermosa varieda de figuras y la destreza en su egecucion agradaria á S. M., y también á las dos Comitivas, igualmente que á todo el Público.

Ademas los mismos Diputados de la Provincia invitáron á otra compañía de unos 36 músicos aficionados de la ciudad de San Sebastian á que se trasladase á Irun, á fin de que al pasar S. M. el rio Vidasoa se aumentasen los festejos entre el concurso extraordinario que acudiria á presenciar, agasajar y solemnizar la entrada de la Reyna á sus dominios de España.

Ultimamente se tomaron todas las medidas necesarias para que el paso de S. M. por el Vidasoa se hiciese con todo el aplauso y pompa correspondientes á este deseado suceso.

 

Dia 2 de octubre de 1819 de feliz memo-
ria para la España y en particular pa-
ra la Provincia de Guipuzcoa.

A las 2½ de la tarde llegó la Balandra de la ciudad de Fuenterrabia á la mitad del rio frente al paso de Beovia, teniendo á su bordo á la representacion de la misma Ciudad. Mandaba este Buque en virtud de convite de la Provincia el Brigadier de la Real Armada D. Anselmo de Gomendio natural de la misma.

Estando la Balandra en la mitad del rio se situáron las lanchas de Fuenterrabia á los dos lados formando una calle desde la orilla de Francia á la de España: en dos de estas se colocó la música de San Sebastian.

Mientras se tomaban estas disposiciones en el rio llegaron al paso los cuatro Diputados de la Provincia y sucesivamente los Exmos. Señores Marques de Valberde, Conde de Torrejon Mayordomo mayor de la Reyna N. S., la Señora marquesa Viuda de Cerralbo camarera mayor, el marques de Villafranca Caballerizo mayor, y D. Luis de Goyeneche mayordomo de semana de S. M., como tambien el Exmo. Señor Capitan general, el Corregidor, el Alcalde de Sácas de Guipuzcoa D. Juan María de Arteaga, el Ayuntamiento de Irun, el Comandante de Artillería, el Gobernador de la Plaza de San Sebastian, y otras autoridades, situándose todos á la orilla del rio por la parte de Irun.

Llegó tambien la guardia de honor de la citada Villa: se colocó á la derecha cubriendo la izquierda la compañía de infantería de linea, que llevó igualmente su música.

En seguida llegáron los guardias de la persona del Rey, y se pusieron delante de la infantería de linea, formando calle hasta la fila de la guardia de honor.

En este estado, habiendo dispuesto los Señores Diputados de Guipuzcoa que la Balandra se arrimase á la orilla de España, se embarcaron en la misma, donde fuéron recibidos por la representacion de Fuenterrabía por el Brigadier Gomendio y otros oficiales de la Real marina, y ocuparon el sitio preferente. En seguida pasó la embarcacion á la orilla de Francia resonando durante este intérbalo la música de San Sebastian, y correspondiendo la de Pasages, que estaba al frente de la compañía de granaderos de la guardia de honor de Irun.

Entretanto se aumentó progresibamente el número de naturales en la frontera en términos, que no pudiendo colocarse á la orilla del rio hácia Irun, ni á la falda de los montes vecinos, se viéron en la necesidad de pasar á la parte de Francia, colocándose otros en diferentes bateles fuera de la calle que formaban las lanchas para el tránsito de la Góndola Real.

Este concurso estraordinario de habitantes entusiasmados todos de amor á S.M., el bayle antiguo del pais llamado Ezpata-danza que se colocó entre los guardias de honor y la tropa de linea, y la vista del rio y de los montes inmediatos cubiertos de gentes, que acudiéron á porfía aun desde pueblos lejanos formaban un cuadro el mas lisongero y grandioso. Esta brillante prespectiva y esta estraordinaria alegría hacian sentir la emocion mas placentera.

Al mismo tiempo se veian en la orilla de Francia el Sub-prefecto de Bayona, el Mayre de Urruña, otras autoridades, la Gendarmería y la guardia nacional que cubrian el embarcadero en su territorio. El mismo Sub-prefecto y el Comandante Frances de aquel punto cumplimentáron en la Góndola á los cuatro Diputados de Guipuzcoa.

Cuando todo se hallaba prevenido pasáron á ocupar su lugar en la Góndola un Brigadier, y dos guardas, de la Real persona.

Ya todo el público manifestaba el mas vivo anhelo de que llegase el momento tan deseado de ver lo ántes posible á su nueva Soberana, y tuvo esta dulce satisfaccion á las cuatro ménos diez minutos de la tarde. Entónces maniobró la Góndola: se embarcó la Reyna acompañada del Baron de Friesen gran Chambellan del Rey de Saxonia, del Marques Piati Chambellan, de la Camarera y de una dama de honor. Al afirmar la Góndola su bandera Real se arriáron todos los pabellones y banderas de engalamiento así en ella como en los demas buques que tremolaban. En seguida se diéron en los barcos las voces de VIVA EL REY de ordenanza, y á continuacion se volviéron á hizar las banderas que se habian arriado. Al propio tiempo empezó la artillería su saludo. Entre tanto los cuatro Diputados de la Provincia hiciéron en primer lugar el debido cumplido á S. M.: en seguida lo verificó la representacion de la ciudad de Fuenterabía, y despues se presentó el Brigadier Gomendio.

En el instante en que desatracó la Góndola de la orilla de Francia resonáron los vivas y aclamaciones del estraordinario concurso que así en una como en otra orilla esperában tan deseado momento, siendo difícil pintar el entusiasmo y alegría de que todos se hallában animados.

Habiendo llegado felizmente la Reyna á la parte de Irun salió de la Góndola, y se presentáron á S. M. los Exmos. Señores Mayordomo mayor, Camarera mayor, Caballerizo mayor y el Señor Mayordomo d esemana, como tambien el Capitan General, Corregidor, Ayuntamiento de Irun, Alcalde de Sácas y varios Generales y Gefes militares, y partiéron al punto los cuatro primeros Señores á Palacio con el objeto de saludar en él á S. M.

En el mismo acto impelidos los habitantes de dicha Villa del noble deseo de obsequiar á la Reyna presentáron una silla de manos vestida ricamente, que se dignó acpetar, y ocho Caballeros vecinos concejantes de Irun condujéron en la misma silla á S. M. desde el desembarcadero hasta el punto donde se hallaba el coche.

Nadie es capaz de formar una verdadera idea de los vivas y aclamacion general, ni del regocijo de los naturales que todos redobláron sus esfuerzos en obsequios á S. M. miéntras se preparaba á seguir en la carroza.

Desde que la Reyna empezó á andar hácia la villa de Irun resonáron nuebamente las músicas, las salbas de la artillería y los festejos continuos del gentío. Al acercarse al primer arco triunfal de la Provincia se dignó S. M. mandar parase el coche, y tuvo la bondad de examinarlo: despues pasó por el que se hallaba á la entrada de la Villa y llegó al Pueblo, cuyas vistosas colgaduras, lucido y numeroso concurso y nuevas espresiones de alegría hiciéron este paso tierno y magestuoso.

Entre tantas aclaraciones llegó S. M. á Palacio donde volviéron á presentarse los Exmos. Señores Mayordomo mayor, Camarera mayor, Caballerizo mayor y el Mayordomo de semana.

Muy pronto favoreció al Público con su Real presencia desde el balcon, y recibió con agrado las aclamaciones del gentío que estaba reunido en el prado frente del mismo Palacio, á donde acudiéron tambien las músicas de San Sebastian y Pasages, igualmente que las comparsas de bayles, y desfiló el Regimiento infatería de órdenes militares con su armoniosa música.

Continuaron delante del Palacio los festejos y obsequios todo el resto del dia y parte de la noche: hubo fiestas en la plaza y calles: iluminacion general en todo el pueblo y un bayle lucido en la sala de la Villa. Tales fuéron las pruebas del amor de los Guipuzcoanos durante el citado dia.

Dia 3.

Desde la madrugada empezáron á llenarse las calles de un concurso inmenso de Guipuzcoanos que de los Pueblos vecinos venian solícitos para ver á su Reyna y Señora.

Señalada por el Exmo. Señor Marques de Valverde, Conde de Torrejon la hora de las 10 de la mañana para el solemne acto de la entrega de la Reyna N. S., que debia hacerse por el Comisario de la Corte de Saxonia, se preparáron al intento las Reales Comitivas Saxona y Española, y hallándose cada una en su respectivo departamento se hizo la señal con arreglo al ceremonial convenido por el Furriel Saxon al Furriel Español, para que á un mismo tiempo saliesen entrambas Reales Comitivas colocándose la de Saxonia á la derecha del Trono de S. M., y á la izquierda la Española, y ocupando el frente las Diputaciones generales, Gefes militares, autoridades del Pais y otras personas de distincion que al efecto habian sido convidadas. Obtenido el permiso de S. M., leyó el Señor Biedermann Secretario de entregas Saxon los plenos poderes del Exmo. Señor Baron Friesen encargado por S. M. Saxona de la entrega de S. M. la Reyna N.S., y habiéndolo en seguida verificado el Señor D. José Cafranga y Costilla igual Secretario de entrega Español de los de Exmo. Señor marques de Valverde, el Plenipotenciario Saxon leyó un pequeño discurso en frances análogo al acto, y tomando de la mano á S. M., hizo entrega de la Real persona al Exmo. Señor Mayordomo mayor Plenipotenciario de S. M. C., quien volvió á sentar á la Reyna en el Solio, contestando en el mismo idioma al discurso que aquel habia dirigido, y concluido besó la Real mano, como lo verificáron en seguida todas las personas de la Comitiva Saxona, que se retiráron en el instante. Dos Cadetes del cuerpo de guardias ocupáron su puesto junto al Solio. Terminado así el acto y retirada S. M. á su gavinete, se dignó dar á besar su Real mano á la Comitiva Española.

Continuáron los festejos y bayles hasta las doce del dia, en cuyo tiempo se anunció la salidad de S. M. para la Iglesia Parroquial: al punto se presentáron delante de Palacio las músicas y danzas del Pais.

S. M. bajó la escalera con los Señores Mayordomo mayor y Camarera: se dignó admitir la silla de mano que la tenia preparada la villa de Irun: ocho de sus vecinos concejantes la tomáron en manos: se colocáron delante los Señores de la comitiva Real precedidos de un concurso estraordinario, músicas de San Sebastian y Paságes: aquí seguían las vistosas parejas de niños de dicha Villa. A los lados de la silla fuéron los Exmos. Señores conde de Torrejon y marques de Villafranca: á la espalda la Exma. Señora Camarera mayor, el Exmo. Señor marques de Cerralbo, los cuatro Diputados de la Provincia, el Exmo. Señor Capitan General, otros Gefes militares, el Corregidor, Alcalde de Sacas, Ayuntamiento de Irun, los Diputados de los Reynos, los de las ciudades de San Sebastian y Fuenterrabía, los del Consulado y varios Gefes militares y personas de distincion.

Es imposible describir lo magestuoso y tierno de esta marcha en que competian las estraordinarias demostraciones, del entusiasmo y regocijo general, con la afabilidad y agrado de la Reyna en corresponder á tales muestras de amor, propias de la fidelidad Guipuzcoana.

Este augusto tránsito de S. M. duró mas de media hora desde Palacio á la Iglesia, y al llegar al pórtico pusiéron los Caballeros de Irun en tierra la silla de manos, y la Reyna fué recibida en el Templo por el Illmo. Señor Obispo docesano y Cabildo Eclesiástico, conducida con todas las solemnidades hasta cerca del Presbiterio, donde se hallaba preparada una magnífica silla con sus almoadones y reclinatorio; se puso S. M. de rodillas, y á su espalda el Señor Mayordomo mayor, la Señora Camarera mayor, los demas Señores de la servidumbre según su órden, y se colocáron tambien las autoridades y demas personas que acompañaban.

Entónces se dio principio al solemne Te-Deum, y hasta que se concluió se mantuvo S. M. de rodillas con una debocion, que edificó á cuantos la miraban.

Acabada esta funcion de Iglesia acompañó hasta la puerta á S. M. el Illmo. Señor Obispo con el Cabildo Eclesiástico. En el pórtico presentáron los Caballeros de Irun la misma silla, y continuó la magestuosa marcha hasta la casa de la Villa en medio de las músicas, y danzas, aclamaciones y júbilo que habia tenido á la venida.

Miéntras S. M. subió á la sala consistorial ocupáron el tablado, que se hallaba preparado en la Plaza, los niños y niñas de Paságes con su música bajo la direccion de D. Salvador de Urigoitia, que por disposicion de la Provincia habia acudido. La Reyna salió al balcon: un concurso innumerable que habia en la plaza volvió a prorrumpir en vivas y aclamaciones. La música de San Sebastian hacia resonar piezas del mejor gusto, y en seguida la de Paságes empezó sus sonatas en el tablado. Entónces se principio el bayle, formando figuras con arcos adornados con elegancia, y otras tan ingeniosas, que gustó mucho á la Reyna este inocente y gracioso obsequio. S. M. se mantuvo cerca de una hora en el balcon de la misma sala consistorial, mirando con agrado este bayle, interpolado continuamente con vivas y aclamaciones del concurso.

Concluido el bayle regresó S. M. á Palacio acompañada en el mismo órden entre el júbilo de vivas y aclamaciones del inmenso número de gentes que cubrian la carrera.

En breve el Exmo. Señor Mayordomo mayor pasó recado á los cuatro Diputados de la Provincia, de que la Reyna los admitia separados en el besamos ó á audiencia particular: se presentáron estos Caballeros á S. M.: besáron su Real mano: arengó el primer Diputado el Señor Duque de Granada de Ea en nombre de Guipuzcoa, manifestando el vehemente amor, innata fidelidad y ardiente celo de todos los Pueblos y naturales del pais. Entregó á S. M. la credencial de la Provincia, y saliéron de la sala. Siguió en el besamano el Illmo. Señor Obispo, algunos Generales, el Corregidor, el Ayuntamiento de Irun, el Alcalde de Sácas, los Diputados de las ciudades de San Sebastian y de Fuenterrabía, los del Consulado, diferentes militares, los Señores Diputados de Reynos y otras autoridades.

Continuáron los festejos, y S. M. se puso á la mesa, donde dispensó la honra de comer á los Diputados de la Provincia y algunas otras autoridades.

Cuando S. M. se levantó de la mesa, recibió con el mayor agrado las demostraciones de júbilo del Pueblo que se hallaba reunido, manifestando varias veces su complacencia.

S. M. no salió á la tarde de Palacio: se dignó admitir á besar su Real mano á varias Señoras de la misma Villa y de otras que con tan plausible motivo habian acudido á aquel punto, y llegó la noche sin haber cesado los festejos variados y todos agradables. Se ilumináron la casa de la Provincia, en cuya plazuela hubo fuegos artificiales, todas las casas del Pueblo, y la plaza en donde continuó la funcion parte de la noche, y en fin se dio un gran bayle en la sala de la Villa muy concurrido de personas de distincion.

 

Dia 4.

La Reyna N. S. salió de Irun despues de las ocho de la mañana: transitó por Oyárzun, Astigarraga, Hernani, Urnieta, Andoain, Villabona, Irura y llegó á Tolosa para la una del dia: en cada uno de estos Pueblos estaban colocados los arcos triunfales y engalanadas sus casas: en todos ellos se pusiéron sobre las armas los guardias de naturales, é hiciéron los honores militares. Los Ayuntamientos prestáron á la Reyna el debido homenage: al mismo tiempo obsequiáron á S. M. con varias comparsas graciosas de bayles del pais que egecutaban con destreza figuras agradables. En todos los Pueblos, y aun fuera de ellos, en el camino hubo un concurso extraordinario de habitantes, que se esmeráron en demostraciones de amor y alegría. En el punto ménos poblado llamado Zamalvide prestáron el homenage y respetos á S. M. el Ayuntamiento, guardia y habitantes de la villa de Rentería que saliéron á cubrir aquel monte. Lo mismo sucedió en el que se halla contiguo al camino desde Astigarraga á Hernani, en cuyo sitio se veia un considerable número de habitantes de San Sebastian, que con su música de aficionados saliéron á obsequiar á S. M.

En Tolosa fué recibida la Reyna con el mayor aplauso: cinco comparsas de bayles de distinto bestuario y diversas figuras aguardaban á S. M. en el camino, que se hallaba cubierto de gentes. El Ayuntamiento se colocó junto al arco triunfal: la guardia de honor se puso sobre las armas: todas las casas estaban adornadas, y sembradas las calles de flores é yerbas olorosas. Al llegar la Reyna rindió á S. M. el cuerpo de Villa sus obsequios, y entre vivas aclamaciones y festejos bien agradables pasó S. M. toda la carrera hasta la casa destinada para su alojamiento. Esperaba en este Pueblo á la Reyna la Diputacion del Reyno de Navarra, la cual, el Ayuntamiento de la Villa, el cuerpo de Oficiales de la guardia de honor y otras corporaciones fuéron admitidas á besar la mano á S. M. Duráron las funciones todo el dia, y á la noche hubo iluminacion general, en que se esmeráron tambien los habitantes, y finalmente dio la Villa un lucido bayle en su casa consistorial.

 

Dia 5.

S. M. salió de Tolosa á las ocho de la mañana: pasó por los pueblos de Alegría, Icazteguieta, Legorreta, Isasondo, Villafranca, Beasain, Ormaistegui, Zumarraga, Villarreal y Anzuola, y llegó á Vergara cerca de la una y media. El monte llamado Descarga se hallaba poblado con los naturales de la villa de Legazpia, cuyo Ayuntamiento salió á dicho sitio, igualmente que su guardia de honor, comparsas de bayles y leales habitantes para obsequiar á la Reyna. Tambien se colocáron en el camino entre Ormaistegui y Zumarraga los Ayuntamientos, guardias de honor y naturales de Gabiria é Ichaso. En todos los mencionados Pueblos se hallaban arcos triunfales, distinguiéndose los de la villa de Alegría. Las compañías de honor cubrieron el camino: los Ayuntamientos de los citados Pueblos prestáron el debido homenage, y todos ellos se esmeráron en regocijos y demostraciones de júbilo.

En Vergara aguardaban su Ayuntamiento, los individuos del Real Seminario con su música, las comparsasa de bayles y un concurso lucido de habitantes colocados á la immediacion del arco triunfal, y recibiéron á la Reyna con preuvas de amor y alegría. Por toda la calle que se hallaba adornada pasó S. M. entre aplausos hasta el Palacio: besáron la Real mano las autoridades é individuos del Seminario, los que tenian preparada una cantata con varias arias alusibas á este glorioso dia, y S. M. tuvo la bondad de oirlas con agrado en una de las salas de Palacio. Continuáron los festejos: hubo funcion de novillos á la tarde: siguieron los bayles: se iluminó á la noche todo el Pueblo y el jardin del Palacio con figuras alegóricas é inscripciones transparentes, que denotaban el júvilo de los havitantes: en esta iluminacion se descubrian ademas las armas Reales, las de la Provincia y de la Villa. En la sala Capitular duró el bayle hasta las doce.

 

Dia 6.

A las ocho dadas de la mañana salió la Reyna de Vergara recibiendo obsequios de sus naturales, y transitó por Mondragon, donde ademas de haber adornado con gracia el arco de la Provincia, se habian puesto por la misma Villa otros tres triunfales, que decorados con frutas y ramos de diversas especies entrelazados con variedad y hermosura atragéron la atencion de S. M. y su Real comitiva. Siguió S. M. por Arechavaleta, Escoriaza y Salínas: todos estos Pueblos acreditáron plenamente su fidelidad en demostraciones de júbilo, regocijos y obsequios, al paso que sus Ayuntamientos y compañías de honor rendian á S. M. el debido homenage.

Llegó la Reyna N. S. á Arlaban, término de esta Provincia, y los cuatro Diputados de ella se presentáron á S. M., en cuyo acto el Señor Duque de Granada de Ega tuvo la honra de elevar á su Soberana noticia la dulce satisfaccion que asistia á todos los Guipuzcoanos de haber transitado S. M. con felicidad hasta el confin de su Solar. La Reyna se dignó escuchar con agrado á esta Diputacion, manifestando que se hallaba satisfecha de los obsequios que habia recibido, y lo espresasen así á la Provincia. Queda esta con el consuelo de haber sido honrados sus Pueblos y naturales con la amable presencia de la Reyna N. S., y de haber visto de cerca la bondad que forma su Real carácter. La sirven tambien de satisfaccion las reiteradas seguridades que han dado, así el Exmo. Señor Mayordomo mayor de S. M., con los demas Señores de la Real Comitiva de haber prestado la Provincia un importante y distinguido servicio, tanto en el recibimiento y obsequios á la Reyna N. S., como en reponer con celeridad toda la carretera para este tránsito Real en términos que ha merecido la aprovacion general. Se agrega para satisfaccion de la Provincia la particular circunstancia de no haber ocurrido desgracia alguna; sin embargo de que ha sido muy grande el concurso de gentes durante este memorable tránsito.

 

 



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