Autores: Urteaga, Gracián María de
Titulos: Relación de la campa¦a que en 1823 hicieron los voluntarios nacionales de Guipúzcoa
Materias: Espa¦a - Historia militar - 1823
Editores: Imprenta de Ignacio Ramón Baroja, San Sebastián, 1836
Localizacion: Sign.Topografica Situacion Devolucion
Sign.Topografica: C-140 F-24
Situacion: No prestable
RELACION
DE LA
Campaña que en 1823
HICIERON
LOS
VOLUNTARIOS NACIONALES
DE GUIPUZCOA.
POR EL REDACTOR DEL BOLETIN DE GUIPUZCOA
D. Gracian María de Urteaga,
SARGENTO QUE FUE DE LA 6.ª COMPAÑÍA DE AQUELLA MILICA
EN SAN SEBASTIAN,
En la imprenta de IGNACIO RAMON BAROJA.
1836.
A LA DIPUTACION
DE LA
M. N. Y M. L. PROVINCIA DE GUIPUZCOA.
Por Real decreto de 23 de Junio último, S. M. la REINA Gobernadora se ha dignado conceder la condecoración de una cruz especial á los individuos de la Milicia Nacional voluntaria de Madrid, que acompañaron al Gobierno constitucional hasta Cadiz; y por el art. 4.º de ella se reserva hacerla estensiva á los Nacionales de otros pueblos, que acrediten haber abandonado también sus hogares, y defendido el Gobierno constitucional, dando pruebas evidentes de su decision y patriotismo.
En este caso se hallan indudablemente, el batallon de voluntarios Nacionales de Guipuzcoa, que despues de diversos movimientos y acciones de guerra, defendio por fin hasta el último trance la plaza de la Coruña, segundo baluarte de la libertad Española, y los individuos que no pudiendo seguir aquellas filas, quedaron en esta plaza de San Sebastian, en donde hicieron servicio militar durante su largo sitio.
La Diputacion provincial de aquella época con el Gefe politico fue el móvil principal de la formacion de aquel batallon, y le pertenece una parte esencial de sus glorias; y V. S. como sucesora de aquella, y contando en su seno individuos que pertenecieron á aquel batallon, tiene un doble interes en publicarlas, y por este medio conseguir sean reconocidas con la condecoracion concedida á los de Madrid, ó con otra especial para su caso.
Con esta idea, he escrito una relacion de la campaña que, en aquella memorable época, hizo el referido batallon, para lo cual, hallándome separado de mi casas, y estraviados varios de mis apuntes, algunos amigos han favorecido con los suyos.
Hubiera sido de desear que otra pluma mas diestra se hubiese dedicado á este trabajo, pero tal cual ha salido de la mia, le dedico á V. S., confiado de que le dará benigna acogida, por consideracion al buen deseo que le ha producido.
Dios guarde á V. S. muchos años. San Sebastian 15 de Julio de 1836.=Gracian María de Urteaga.
RESPUESTA DE LA DIPUTACION
He visto con satisfaccion la esposicion que con fecha 15 de este mes me ha hecho V. dedicándome la relacion de la campaña que en 1823 hicieron los Voluntarios Nacionales de esta provincia en defensa del Gobierno Constitucional; y enterada de ella, deseando conservar la memoria de estos glorios servicios prestados por mis hijos, he acordado su impresión, previa la competente licencia, y que ademas se solicite á S. M. la REINA Gobernadora la gracia de que se digne hacer estensiva á ellos la condecoracion concedida por su Real decreto de 23 de Junio último á los Nacionales de Madrid que acompañaron al Gobierno hasta Cadiz.
Doy á V. las debidas gracias por el filial respeto, y amor que me manifiesta, no menos que por la dedicatoria que me ha hecho; y ruego á Dios le guarde muchos años. De mi Diputacion extraordinaria en la M. N. y M. L. ciudad de San Sebastian á 24 de Julio de 1836.=Pablo Gorosabel.=Por la M. N. y M. L. Provincia de Guipuzcoa, Juan Bautista de Arrizabalaga.=Sr. D. Gracian María de Urteaga. San Sebastian.
RELACION DE LA CAMPAÑA QUE EN 1823 HICIERON
LOS VOLUNTARIOS NACIONALES DE GUIPUZCOA
I.
Las hordas facciosas que, debastando el suelo catalan, habian llegado á amenazar á las provincias del interior, cual torrente impetuoso que ha franqueado los diques, desaparecieron heridas de muerte por el genio del general Mina; las de Navarra y provincias vascongadas se habian visto precisadas á refugiarse en territorio frances; el apóstata Merino, errante y fugitivo, no oprimia ya á los castellanos; y el estandarte del despotismo, arrollado por todas partes, tocaba ya el término de su abominable existencia, y la nación española el principio de una nueva era de paz y ventura, para curarse de las ondas llagas que la causara el ominoso yugo que por tantos siglos habia pesado sobre ella.
Pero los déspotas del norte coligados, para aherrojar y tiranizar á los pueblos, en alianza, que tubieron la imprudencia de llamar Santa habian decretado en sus tenebrosos conciliábulos la ruina de la libertad peninsular; y viendo que, apesar de las maquinaciones con que consiguieron encender la tea de la discordia, y sustentar la guerra civil entre los españoles, la planta de la libertad se aclimataba en nuestro suelo, y descollaba ya, por entre tanta maleza, erguida su hermosa copa, resolvieron arrojar la máscara, y derribar el arbol benéfico á toda costa, destinando para esta empresa 100,000 franceses. Sí, 100,000 hijos de esa ilustrada nacion que á costa de torrentes de sangre, consiguió afianzar sus libertades políticas, y ponerse á la cabeza de la ilustracion Europea, se hallaban dispuestos á franquar los Pirineos, y ahogar su libertad naciente en España, al mismo tiempo que su Soberano daba las mas solemnes y públicas seguridades de paz y de amistad.
Para mejor asegurar el éxito, se prodigó el oro corruptor, y promesas las mas lisongeras y solemnes de afianzar una Libertad razonable, á fin de seducir los ánimos, y hacerse partidarios hasta entre los mismos defensores de la libertad. Entonces se vieron la traicion y la defeccion de los hijos espureos de la patria, y la division y guerra que, olvidando el peligro comun, se hacian los partidos, fieles si, pero incautos, seducidos,y escarriados, preparar de consuno un triunf ofácil al enemigo de la madre patria, dura esclavitud á ésta, y destierros, y cadenas, y cadalsos para si mismos. A el lado de tanta prefidia, debilidad y engaño, viéronse sin embargo egemplos y rasgos de admirable virtud, constancia y firmeza: viéronse varones fuertes, que pelearon hasta el último momento bajo las banderas de la libertad. La heroica Milicia Nacional voluntaria de Madrid ocupará un distinguido lugar en la historia de la libertad española: tóclaes tambien uno á los Voluntarios Nacionales de Guipuzcoa, cuyos hechos y servicios en aquella memorable época fueron de primera importancia, aunque poco conocidos: motivo que me mueve á dar esta sucinta relacion en obsequio de mis compañeros de armas.
II.
Hallándose dispuesto, como he dicho, el egército frances á invadir la Peninsula, el Gefe político de esta Provincia D. Joaquin Albistur y la Diputacion Provincial compuesta de D. Juan Cipriano Andonaegui, D. Juan María de Oyarzabal, D. José Emanuel Emparan, y el conde de Monterron, y secretario D. Manuel Joaquin Uzcanga acordaron recorrer los pueblos de la provincia, para escitar el patriotismo, y el odio á la invasion estrangera, y disponer los ánimos para repelerla, inflamándolos en el ardor patrio que rebosaba en sus pechos. Salieron con efecto de la ciudad de San Sebastian en 19 de Marzo de 1823 á la cabeza de los Voluntarios nacionales de ella, y los de los pueblos del contorno que se habian reunido; y despues de haber visitado gran parate de la provincia, el Gefe político y un individuo de la Diputacion pasaron el 29, escoltados por los Nacionales, á Vitoria, para donde estaban citadas las tres Diputaciones de las provincias Vascongadas, á fin de tomar acuerdo para las circunstancias estraordinarias que se preparaban, quedando entre tanto en Vergara el resto de la Diputacion. El 3 de Abril regresaron tambien á Vergara el Gefe político y su asociado de comision con los Nacionales, y tomaron disposicones para reunir en aquella villa á todos los Nacionales de la provincia; y el 5 el Gefe político con los que había reunidos salió á Descarga, á asegurar el paso á la compañía de Tolosa que habia sido llamada; pero esta compañía, y el tesorero ó depositario de los fondos de la provincia, no habiendo recibido el aviso, y sí noticias equivocadas de que la Diputacion y los Nacionales habian pasado á Vitoria, y que el paso de Descarga se hallaba ocupado por facciosos, pasaron á San Sebastian.
Cerciorado ya de que el ejército frances iba á pasar el Bidasoa, dicho Gefe político con la Diputacion porvincial y Nacionales de Guipuzcoa, salió el dia 7 de Abril de Vergara para Vitoria; y habiéndose allí incorporado una seccion de los Nacionales de dicha ciuad, que quisieron correr la misma suerte, se formó con unos y otros un batallon provisional de 900 á mil plazas. El pensamiento que reunió á estos Nacionales, de acuerdo con las Diputaciones de ambas provincias, fue el hacer la campaña que se iba á abrir, á las órdenes del coronel D. Gaspar de Jáuregui. Este distinguido gefe, terror de las facciones de las provincias Vascongadas y de Navarra, despues que evacuó el encargo que se le hizo de abastecer la plaza de Santoña, habia pasado á Asturias; y allí se dirigia tambien el batallon, con el socorro de dos reales diarios por plaza, que le pasaban las Diputaciones, con el objeto de tomar de acuerdo con dicho Gefe la organización definitiva bajo la cual debia entrar en campaña.
III.
Verificado el paso del Bidasoa por los franceses, este batallon con las Diputaciones provinciales de cionales en su pais penetró en España. El general portugues Dorrego, que desde Portugal venia persiguiendo á Silbeira, debia reunirse al conde de Cartagena para atacar en combinacion al rebelde, pero se detuvo en Leon: el conde de Cartagena, siguiendo la pista al rebelde por Villalumbroso, Saelices de Maorga, y Gurgalejos, lo avistó en la tarde del 22 de Abril entre Villaverde la Chica y Almansa, cuyas alturas ocupó el rebelde portugues; pero a pesar de la superioridad de sus fuerzas no esperó á las españolas, y se retiró á Almaanxa, quedando acampada la columna española, que en la madrugada siguiente se encaminó á la misma villa: el portugues la habia evacuado antes de amanecer, y á marchas forzadas penetró á Portugal; y entonces el conde de Cartagena, satisfecho de los servicios del Gefe político Albistur y de las fuerzas que llevaba á sus órdenes, pasó á dicho Gefe político el oficio que va por apéndice con el número 1, y en consecuencia pasó á Leon á descansar de las fatigas precedentes.
El resto del batallón provisional, que con el Gefe político de Vitoria Nuñez Arenas y las dos Diputaciones provinciales quedó en Palencia, salió de aquella ciudad el 20 á las órdenes del Empeciando, y despues de diversos movimientos en observacion de Merino pasó á Valladolid el 23. Aquí cesó el socorro de los dos reales diarios que pasaban al batallon las Diputaciones, que quedaron sin fondos por haber pasado el tesorero de Guipuzcoa á San Sebastian, segun queda referido, aunque los devengaban siempre, obligándose las Diputaciones á satisfacerlos cuando reuniesen fondos, que ya no se verificó. El 25, esta parte del batallon con los dichos Gefe político Nuñez Arenas y Diputaciones, salió de Valladolid, y por Rioseco y Benabente llegó á Leon en 1.º de Mayo, despejando sus guerrillas el camino de las partidas de facciosos que le infestaban.
Reunido allí todo el batallon se le hicieron indicaciones para que quedase formando el batallon de guias del Conde de Cartagena; pero teniendo noticia de que el coronel Jáuregui se hallaba en Oviedo, y que allí se reuniria tambien la compañía de Tolosa, prefirió pasar á Oviedo, á donde llegó el 7 de Mayo atravesando el puerto de Pajares, habiendo salido el 4 de Leon.
IV
La compañía de Nacionales de Tolosa, como ya se ha indicado, salió para San Sebastian en la tarde del 6 de Abril escoltando porcion de fusiles de repuesto y otros pertrechos de guerra, y al llegar á Andoain supo que la vanguardia francesa habia entrado ya en Irun, por lo que acelerando la marcha en cuanto lo permitian los carros llegó al glasis de San Sebastian al amanecer del 7. El 9 se embarcó para Santander, quedando en la Plaza un piquete de 20 hombres con un oficial, que encargado de recoger una cuerda de presos, no llegó á tiempo para su embarque: la parte embarcada llegó á Santander el 10, y habiendo permanecido allí hasta el 23, por disposicion del Gefe político de Vizcyaa D. Antonio Seoane, que llegó allí con los Nacionales de Bilbao, emprendió por tierra la marcha á Gijon, á donde llegó en primero de Mayo.
El piquete que quedó en San Sebastian se embarcó en una trincadura el 30 de Abril, y al llegar á la embocadura de Plencia fué atacada por tres trincaduras facciosas, que las rechazó á la vista de una fragata de guerra francesa que los observaba de cerca, y siguiendo su rumbo costero con mucho riesgo y dificultad, seguida de cerca por las trincaduras facciosas, y acercándosela la fragata cada vez mas, tomó puerto en Santoña en 2 de Mayo. El piquete descansó allí dos días, y embarcándose en un cachemarin llegó á Gijon el 7 de Mayo.
Reunida ya toda la fuerza con el coronel Jáuregui, se trató de organizar el batallon definitivamente para entrar en campaña, y en conferencia que tuvieron al intento las Diputaciones provinciales con el brigadier Palarea, comandante general de la provincia de Santander, y de la primera division del cuarto ejército de operaciones, se estendió el capitulado, número 2 del apéndice, que sirvió de base de organización, y fue aprobado. En su consecuenci, á propuesta del coronel Jáuregui, fue nombrado Comandante del batallon el capitan de infantería D. Miguel Soroa guipzucoano, y se trasladó el batallon á Gijon en 13 de Mao. Allí se llenaron las bajas de oficiales, y se organizaron las compañias, teniendo presente para su formacion la que ya tenian en sus pueblos, y conservaban hasta entonces, siendo conocidas por los nombres de ellos; y siguiendo esta misma idea, se formaron seis compañias, á saber; 1.ª de tiradores, tomados indistintamente de los pueblos de la provincia de Guipuzcoa; 2.ª Tolosa: 3.ª y 4.ª San Sebastian: 5.ª Vitoria: 6.ª Vergara y Villafranca: los de los pueblos que tenian corto número fueron embebidos en éstas, y tambien los que quedaron de Eibar, despues de ser destinados en Oviedo á las Reales fábricas de armas sobre doscientos Nacionales de dicho pueblo de Eiar, quedando así organizado un batallon de n, y centinela vigilante de su honor y reputacion: sea lícita esta breve disgresion á nuestra gratitud por su respetable memoria.
V.
El treinta y uno de Mayo ocupó el batallon unido su puesto en la orilla izquierda del rio Deva: en primero de Junio se trabó un fuerte tiroteo con los facciosos de una á otra parte del rio, y el dos el batallon unido, desalojando á los facciosos que ocupaban la orilla dercha, hizo una coreria por Güeñez, Pas-María, y Calarzon, y recogiendo algunos víveres se replegó á la línea. Del siete al doce se hizo otra correria persiguiendo al cabecilla Lastra, y á Longa, que ademas de partidas de facciosos mandaba trescientos franceses; se le arrojó de Cabezon de la sal, Santillana y Torrelavega persiguiéndoles hasta las inmediaciones de Santander. La segunda compañía fue destinada el dia 9 á ocupar el puente de San Miguel; hizo algunos prisioneros, entre ellos el edecan de Longa. Este movimiento, y la precipitacion con que se retiraban los franceses, y los facciosos perseguidos en él, alarmaron á los sitiadores de Santoña, en términos que levantaron el sitio. Cuando ya el coronel Campillo se disponia á penetrar en Santander, por noticias que tuvo de que los franceses avanzaban por Espinosa, se retiró á la línea, por Comillas y San Vicente de la Barquera.
En trece de Junio, hallándose de observacion once individuos del resguardo militar de San Sebastian, tubieron aviso de que en las inmediaciones habia una partida de facciosos; salieron en su busca, y adelantándose á sus compañeros Agustin Goizueta, nacional de Tolosa, que á la sazon servia en el resguardo, y era de la partida, al llegar á la cabeza del puente Pisuez, se vió envuelto por doce facciosos montados, á cuya cabeza se hallaba Lastra: á su vista, el intrépido Goizueta se arrojó á ellos, hirió de un balazo á Lastra, arrojó al rio con la punta de la bayoneta á dos titulados capitanes, y llegando á este tiempo los compañeros de Goizueta, hicieron prisionero á uno de estos, recogiendo ahogado al otro, y haciendo ademas otro prisionero.
A las diez de la mañana del dia 21 de Junio las compañias de los resguardos de San Sebastian y Santander, y unos veinte hombres de la M. A. de Plasencia, pasáron el rio por la barca de Colombres: y la compañía de tiradores del batallon unido por la de Narganes, con el objeto de hacer un reconocimiento sobre la linea enemiga, que se observaba reforzada en estos dias: los primeros dieron en una emboscada, y se vieron cercados por franceses en todas direcciones; mas, con una intrepidez sin igual, se abrieron paso á la bayoneta, y se replegaron á la línea con 7 heridos, dejando tres prisioneros en poder del enemigo; á quien causaron siete muertos y veinte heridos: la compañía de tiradores del Batallon unido, arrojando de Pas-María á las avanzadas facciosas, dobló la colina de su frente y se encontró en el valle opuesto con una fuerte columna francesa en marcha; á cuya vista se replegó batiéndose en retirada con la mayor serenidad, y buen órden, teniendo á raya á las guerrillas francesas y facciosas, que la cargaban, y repasó el rio al abrigo del batallon, que rompió un vivo fuego, que se terminó dirigiéndose los franceses sobre su izquierda ácia Abandames con Longa á la cabeza, en donde escaramuzearon con la 2.ª compañía, que se hallaba acantonada en aquel punto, y en Puente viejo.
VI
Amenazada ya la línea por fuerzas francesas de una inmensa superioridad, pasando aviso á la 2.ª compañía, se emprendió la retirada á la media noche del mismo dia 21 al 22; pero no habiendo llegado el aviso á la 2.ª compañía, se atrasó el movimiento de ésta hasta las dos y media de la mañana á cuya hora le emprendió, por noticias que tuvo de que el batallon estaba en marcha: ya al llegar esta compañía á los altos de Narganes, el enemigo ocupaba los llanos, y el batallon quedó agradablemente sorprendido al ver llegar al medio dia á Llanes todo el destacamento de Abandames, cuya posicion le tenia en inquietud, y siguiendo la marcha, en la noche del 22 se acampó en el arenal de Rivadesella, pasado el rio, y recogidas las barcas, despues de una marcha de diez leguas y media. En esta jornada nuestra retaguardia y un piquete de húsares creados nuevamente por el patriota Bustamante, cayendo sobre una guerrilla de caballería francesa que avanzaba en descubierta la mataron dos caballos haciendo un prisionero montado.
En la mañana del siguiente dia 23 se continuó la retirada, cubriendo la retaguardia el batallon unido; el cual se puso en marcha á tiempo que la division francesa del mariscal de campo Hubert entraba en Rivadesella. Este general, habiendo reunido algunas barcas, consiguió pasar á la izquierda del Sella dos batallones del 21 de línea y7.º ligero, y cincuenta cazadores á caballo, á cuya cabeza siguió el alcance del batallon unido. Desde la subida de las Esparzas fue reconocido el enemigo, y se dispuso entretenerlo, para adelantar los bagages, á cuyo efecto se posicionó la compañía de tiradores en un jaro; trabó el fuego con las guerrillas del 7.º ligero; pero cargando todo el batallon tuvo que replegarse y retrocedió el batallon á sostenerla: escalonándose por compañias en unas cercas, esperó á los franceses con serenidad, y les hizo frente por cerca de dos horas, y observando irresolucion y diminucion de fuegos en el enemigo, la 3.ª y la 4.ª compañía cargaron sobre ellos; pero á este tiempo desembocaba por la izquierda el 21 de línea, lo que les obligó á retirarse con alguna precipitacion, siguiendo el mismo movimiento el batallon á ganar la altura que cae al sudueste de Colunga; en cuyo momento los franceses le dieron una carga á la bayoneta; pero la 6.ª compañía, que oportunamente fue colocada en un parapeto que daba sobre el flanco derecho del enemigo, rompió sobre él un vivo y bien dirigido fuego que contuvo á los franceses para contestar á este imprevisto ataque, y el batallon pudo ganar la altura indicada sin ser inquietado. La 6.ª compañía, entreteniendo á los franceses y batiéndose de vallado en vallado, se retiró á Colunga al caer la tarde, y de aqui á Villaviciosa, al abrigo de unos 20 caballos, recogiendo heridos y estropeados; y tomando alli una refaccion, emprendió su marcha sobre la izquierda á encontrar la direccion del Batallon; pero á la madrugada se vió precisada á contramarchar sobre la costa, reuniendo en su marcha varias partidas sueltas y empleados de la Montaña y de Asturias.
Por estos supo, que los franceses, habiendo forzado el puerto de Pajares, habian penetrado en las Asturias.
Llegada á Gijon, halló alarmada á esta villa con la noticia de la entrada de los franceses en Oviedo, por lo que embarcando allí heridos y estropeados siguió su marcha con precipitación, y por Aviles llegó á Muros de Pravia muy entrada la noche del 24 sumamente fatigada.
El Batallon, recelando poder ser cortado y envuelto por la caballería francesa si se dirigia al camino real de Villaviciosa, se dirigió por las montañas á Gijon, á donde llegó á las cuatro de la tarde del 24. Apenas acabó de formarse en la plaza, cuando las autoridades de aquel Pueblo, manifestaron á los Gefes, que la division del general D'Albignac habia ocupado el dia anterior á Oviedo, por lo que tomando pan y aguardiente, siguió por Aviles á Muros de Pravia, á donde llegó á media noche, habiendo embarcado en Gijon á los heridos y estropeados en un Cachemarin, que sin tripulacion se hallaba en el Puerto, destinando para escoltarle, tripularle y dirigirle á gente de la 3.ª y4.ª compañia que conocia la maniobra.
Este Cachemarin dejó el puerto á tiempo que entraban en Gijon las guerrillas de la division de Hubert, que le hicieron fuego: á pocas horas se movió viento contrario, y se vió precisado á tomar puerto en Luanco, de donde no les fue posible salir, por haberse situado á muy poco tiempo en la boca del puerto una fragata de guerra francesa, y heridos y estropeados, tripulacion y escolta de la 3.ª y 4.ª compañía, encargando á las autoridades de Luanco la remision á Rivadeo de los equipages que quedaron á bordo, se vieron precisados á dirigirse por tierra á Muros de Pravia, á donde llegaron en la tarde del 25. Poco antes consiguió tambien llegar al mismo punto una partida de 40 hombres de la 3.ª que desde Gijón fue destacada á reconocer el camino de Oviedo, y que habiendole cortado el enemigo el de Gijon á Aviles atravesó por las montañas.
Las fatigas, y penalidades que sufrió el Batallon en esta retirada, desde el rio Deva hasta Muros de Pravia, son imponderables: baste decir, que hizo una marcha de 72 horas sin tomar mas alimento que pan, vino ó aguardiente sobre la marcha, y sin mas descanso que el de las horas que acampó en el arenal de Rivadesella: tuvo en la accion de Colunga 8 muertos y 30 heridos, y los franceses tuvieron, según los mismos, y los vecinos de Colunga manifestáron al teniente de la 4.ª D. Joaquin Yun Ibarbia, que gravemente hérido fue hecho prisionero y conducido á dicho Pueblo, 25 muertos y 68 heridos, contándose entre estos el comandante de Batallon D'Lageorgette, 4 capitanes, 2 tenientes y dos subtenientes. El batallon habiendo comido un rancho en Muros de Pravia, continuó su marcha á Rivadeo, donde llegó el 30, siempre cubriendo la retaguardia, y siempre á la vista de los franceses.
VII.
El egército frances destinado á Galicia se detuvo en Asturias hasta el 7 de Julio, y estos dias tuvo el Batallon de descanso en Castropol; descansó bien necesario despues de tan penosas marchas y fatigas. Alli se tuvo noticia del tratado ó convenio concluido por el Conde Cartagena General en Gefe del 4.º egército de operaciones con el ejército frances, y fue arrestado un ayudante portador del convenio y de la alocucion del Conde de Cartagena al ejército. Este benemérito general, asi como Ballesteros, aspirando á poner término á la guerra civil y estrangera, cayó en el lazo armado por los franceses para dividir á los liberales, dando solemnes seguridades de afianzar á la España una libertad razonable sin menoscabo del principio monárquico; pero ¿cuándo los déspotas respetaron sus empeños para con el pueblo? Apenas por medio de esas arterias consiguieron dividir y debilitar la resistencia, y se vieron árbitros de la suerte de España, el despotismo mas feroz sucedió á sus lisongeras promesas, y el Conde de Cartagena y Ballesteros se vieron precisados á emigrar: ¡terrible leccion! Cuando se publicó de oficio el convenio referido, el Batallon unido, y las demas fuerzas que habia por aquella parte, aclamaron de nuevo obediencia y fidelidad al Gobierno constitucional, y guerra á sus enemigos. El Batallon unido tuvo juntas y reuniones de oficiales, para deliberar acerca del proyecto que se había formado de pasar al pais vascongado á organizar guerrillas; mas habiéndose subordinado este proyecto á la aprobacion del coronel Jáuregui, y recibido orden de seguir el movimiento de la Division, lo hizo así; y sin mas novedad que un corto tiroteo á la salida de Mondoñedo con las avanzadas francesas, llegó á la Coruña en la noche del once, quedando entre esta ciudad y Betanzos los batallones de Granada y España.
El dia 13 de Julio dio el Batallon unido el servicio de la plaza, y relevado el 14, fue destinado con el de milicia activa de Bilbao, á las órdenes del coronel Campillo, á ocupar las alturas de los molinos y Nelle, con el objeto de reconocer é incomodar lo posible al enemigo, y se situaron en la misma altura de los molinos y camino real dos piezas de artillería y un obus: el batallon de Granada se situó en las calles y barrios de Santa Lucía, y dando el Batallon unido avanzadas a su frente, estendiéndose al barrio de San Pedro, se pasó la noche con la mayor vigilancia.
En la mañana del siguiente dia 15 el batallon de Granada tomó posicion, apoyándose en la izquierda del Batallon unido de San Sebastian y Vitoria, y el de España se situó en la altura de Santa Margarita, ocupando el pueblo de Bioño y casas inmediatas. A la una de la tarde emprendieron los franceses del ataque, por la Palloza y altura de los molinos, y en seguida se hizo general en toda la línea, la cual se defendió con teson por mas de dos horas; pero cargando los franceses fuerzas de una inmensa superioridad, y amenazando envolver la derecha, se mandó retirar la artillería, cuya operacion se verificó, cubriéndola el Batallon unido, y M. A. de Bilbao: formados estos batallones en el camino real, protegieron la retirada de los de Granada y España, y cargados todos con furor por el 7.º de ligeros, 21, 22 y 37 de línea franceses, apoyados por otros cuerpos, se replegaron á la estacada para desmbarazar los fuegos de la artillería de la plaza. Los franceses cargaron con ardor hasta el glasis; pero escarmentados por el mortífero fuego de la artillería de la plaza, y de las lanchas cañoneras, y por el de fusilería que se les hacía de la estacada, principiaban el movimiento retrógrado, cuando el bravo coronel Jauregui hizo una repentina salida á la cabeza de los cazadores de España, y tiradores del Batallon unido, y cargando con vigor á los mas avanzados, haciéndoles prisioneros un oficial y algunos soldados, decidió la retirada de los franceses al anochecer ya, quedando desde este momento bloqueada la plaza.
La pérdida del enemigo en esta acción se calcuó en 800 hombres fuera de combate, y la de las tropas constitucionales consistió en 8 muertos, entre estos el bizarro Comandante del Batallon unido D. Miguel de Soroa, y 55 heridos, contándose entre estos el ilustre general ingles Wilson, su edecan el coronel Lait, y el valiente comandante de Granada D. Marcelino Oraá, hoy G. de Em.G. del egército de operaciones: el Batallon unido tuvo muerto su comandante, un estraviado y 25 heridos, incluso el subteniente de la 3.ª D. José Ramon Mercader.
VIII.
Por muerte del Comandante Soroa, recayó el mando provisional del Batallon unido en D. José Manuel Carril capitan de la 4.ª, y el Batallon quedó acuartelado en el convento de Santo Domingo: el 16 entró de servicio en la estacada, revellines y obras esteriores de la izquierda de la plaza, cuya defensa estaba enconmendada al Coronel Jauregui, y siguió con este servicio hasta el fin del sitio, alternando con el batallón de España, un dia de fatiga y otro de descanso. El 17 cañonearon los franceses á las lanchas cañoneras, que había en la bahía, las que á la madrugada del 18 se fugáron y pasáron al Ferrol, de cuyo arsenal se habian apoderado ya los franceses. A las diez de la noche del 18, hallándose el Batallon unido de servicio de estacada, hizo el enemigo á la plaza algunos disparos de cañon, y obus, y á las once y media intentó penetrar en la estacada; pero fue rechazado. El 19 se dispuso, que dos faluchos al mando de un oficial de marin cruzasen la costa de Junqueira, y para guarnecerlos, se nombró al teniente de la 3.ª del batallon unido D. Miguel Zuriarrain con 25 hombres de su compañía, y otras, que hicieron este servicio, aun despues que la escuadra francesa estableció el bloqueo; y últimamente pasáron á guarnecer el bergantin de guerra el Mágico, el cual cuando se trató de capitular, salió para Cadiz, y arribó á Gibraltar. De alli se trasladaron los 25 Nacionales con dicho teniente á Cadiz, desde donde regresaron á sus casas, despues que sucumbió aquel último baluarte de la libertad española. El 24 estendió el enemigo sus tiradores sobre las foritificaciones esteriores, de donde fueron rechazados, y saliendo de la estacada una partida de tiradores del batallon unido, incendió la primera casa, en que se aparapetaban aquellos. El 22 se procedió ante el ayuntamiento de la Coruña al nombramiento de comandante, y de los oficiales que faltaban en el batallon unido, y quedó electo de comandante el capitan de tiradores D. Ramon de Zugarramurdi teniente coronel de infanteria, á quien dirigió el ayuntamiento los despachos con el oficio número 3 del Apendice, y asi siguió el Batallon, dando servicio exterior que se ha mencionado, hasta el 21 de Agosto, en cuyo dia capituló la Plaza. Por la capitulacion, solo á los oficiales de egército se concedió, como una gracia, la obcion de pasar á Francia prisioneros: algunos de la clase de retirados que habia en el Batallon unido, hicieron uso de esta gracia, y con ellos los nacionales que pudieron entrar á capa de asistentes; los demas, entregadas las armas en la Coruña, se retiraron á sus casas.
IX.
El referido Batallon unido de voluntarios Nacionales de San Sebastian y Vitoria tuvo en aquella campaña, y en el sitio de la Coruña, 24 muertos en las diversas acciones de guerra que sostuvo, incluso su intrépido Comandante D. Miguel de Soroa, y 59 heridos; entre estos lo fue de gravedad, y cayó prisionero en Colunga D. Joaquin Yunybarbia; teniente entonces de la 4.ª del batallon unido, y capitan hoy de la 2.ª de la Guardia Nacional de esta Ciudad. Varios de los individuos que pertenecian á aquellas filas, y no pudieron seguirlas, quedáron en esta plaza de San Sebastian, en donde hicieron servicio de sitio, desde 7 de Abril hasta el 4 de Octubre, y los mas siguieron la suerte de la guarnicion, que fue prisionera de guerra á Francia.
En las diversas acciones, y movimientos que se han indicado, tuvo el batallon unido la gloria de servir á las órdenes, ó á la inmediacion, del Conde de Cartagena, del Empecinado, de Quiroga, de Palarca, de Mendez-Vigo, de Jáuregui, de Campillo, de Iriarte, y de Oraá, nombre célebres en los fastos de la libertad española, y á todos debió muestras de aprecio y de estimacion; pueden verse con respecto al Conde de Cartagena, y al ilustrado y patriótico Ayuntamiento de la Coruña, los documentos 1 y 3 del apéndice.
En cuantas partes se encontró, fue muy particularmente notado por su estremado entusiasmo, habiendo llamado mas de una vez la atencion de los Gefes superiores los himnos patrióticos que entonaba en las circunstancias mas penosas y apuradas. A la media noche del 11 de Julio entró en la Coruña, despues de marchas, fatigas, y privaciones estraordinarias, pero á pesar de todo, entonando como siempre por toda la carrera himnos y canciones patrióticas, que pusieron en movimiento á toda la Ciudad; y esta espansion de su exaltado amor por las libertades patrias, contribuyó poderosamente, por confesion de los mismos Coruñeses, á reanimar el espíritu público, y disponer los ánimos á la defensa.
Algunos de aquellos valientes perecieron en la ominosa década que siguió al año 23, víctimas de la persecucion y de la tiranía: muchos son los que, invariables defensores de la libertad, han derramado su sangre en esta desastrosa lucha, muriendo de la muerte de los bravos: entre estos D. Bernabé de las Heras capitan de la 6.ª compañía, y D. Francisco Echaluce sargento 1.º de la misma, muiréron en la gloriosa defensa de Vergara en 5 de Setiembre de 1834, y D. Santiago de Muguruza subteniente de la 4.ª fue hecho prisionero en la misma defensa, y fusilado: dejó 5 hijos, el mayor D. Lino oficial del Regimiento Provincial de Burgos, el 2.º D. Pio voluntario en el batallon de Chapelgorris de Guipuzcoa: su viuda sucumbió al dolor, y los tres hijos menores, secuestrados todos sus bienes por la faccion, yacen victimas de la mas espantosa orfandad y miseria. Otros han sucumbido en otras partes; y en las diversas salidas durante el sitio de esta plaza de San Sebastian, Lorenzo Jauregui y Nicolas de Arriaga voluntarios de la 6.ª
Los demas individuos de aquel Batallon se hallan, en su mayor parte, ó embebidos en el de la guardia nacional de San Sebastian, y de las compañias de Tolosa, Vergara, Eibar y Villafranca refugiados á dicha Ciudad, por consecuencia de la ocupacion por los facciosos de los pueblos de esta provincia, ó en la compañía de los artilleros nacionales de dicha plaza, alternando el servicio con la tropa desde Noviembre de 1835, ó en el fuerte de Beobia bloqueados desde Junio de dicho año; y otros finalmente, están batiendo á la faccion, desde que esta tuvo principio en el batallon de Chapelgorris. Todos, arruinadas sus fortunas, y secuestradas por los facciosos sus casas y propiedades. Que tantos sacrificios, y tantas y tan repetidas pruebas de constante decision por las libertades patrias, y de puro civismo, produzcan muchos imitadores, y destruirémos, sí, no lo dudamos, hasta las últimas reliquias del despotismo, afinazarémos la paz interior y esterior, y con ella instituciones, que dén sólidas garantias á la libertad y al orden, y legarémos á nuestros hijos una patria venturosa con leyes sabias y justas. Dulce y lisongera esperanza, que suaviza nuestros actuales padecimientos y trabajos.
APÉNDICE.
DOCUMENTOS CITADOS EN LA RELACION.
Número I.
Gobierno político de la provincia de San Sebastian.-El Exmo. Sr. General en gefe del 4.º ejército de operaciones me dice con esta fecha lo que sigue.- Habiendo ya cesado por ahora las operaciones militares en persecucion de facciosos portugueses, puede V.S. retirarse á Leon con los Voluntarios de la provincia de San Sebastian para descansar de las fatigas y penalidades que han esperimentado por seguir con constancia á mis órdenes. Admirado de su disciplina, de sus buenos deseos y de la firmeza con que siguen sosteniendo la constitucion de la monarquía española, no puedo menos de manifestar á V.S. mi satisfaccion por haber tenido en mi compañía ciudadanos tan beneméritos como dignos del reconocimiento general. Su decision en seguir ansiosos á libertar su patria de una faccion estrangera, les honra demasiado, y V.S. como movil principal de tan importante servicio acredita ser siempre ante la misma uno de sus mejores hijos. Así lo he manifestado al Gobierno, y por mi parte me apresuro á decir á V.S. lo reconocido que me hallo por sus buenos servicios, esperando que en mi nombre haga V.S. presente á dichos individuos mi gratitud, lo satisfecho que me hallo de su porte militar y de las virtudes que poseen, y que tendré el maor gusto en que me ocupen donde quiera que me encuentre. Hallándose en igual caso los individuos del resguardo militar de San Sebastian espero les manifestará V.S. estos mismos sentimientos, como á los cazadores de Vitoria que tambien deben seguirle. Dios guarde á V.S. muchos años. Cuartel general de Almansa 24 de Abril de 1823.- Y lo comunico á V. para su inteligencia y satisfaccion, asi como de la columna de su mando, á la que dará V. á enender por órden del dia. Dios guarde á V. muchos años. Leon 25 de Abril de 1823.- Joaquin Albistur.- Sr. Comandante de la columna provisional de la M.N.V. de la provincia de San Sebastian.
Número 2.
Las diputaciones provinciales de San Sebastian y Vitoria, con asisencia del Sr. Brigadier Palarea comandante general de la provincia de Santander, y de la I.ª division del 4.º egército de operaciones, se han reunido en sesion de este dia par aconfeenciar sobre los medios de llevar á efecto el servicio de campaña á que se han prestado los Voluntarios de dichas dos provincias bajo las órdenes del coronel D. Gaspar de Jáuregui. Y en su consecuencia han acordado los artículos siguientes.
I.º Los milicianos Voluntarios de San Sebastian y Vitoria formarán un batallon denominado Voluntarios unidos, que será precisamente uno de los cuerpos que compongan la brigada ó division que mande el coronel D. Gaspar de Jáuregui.
2.º Bajo las ordenes de dicho gefe serà mandado dicho batallon por un Comandante que se nombrará por el Comandante general de la division á propuesta del coronel Jáuregui.
3.º Los capitanes, oficiales, sargentos y cabos que falten para el completo del batallon se nombrarán ahora, y siempre que ocurra vacante, según reglamento de la M.N.
4.º Los despachos ó títulos de oficiales, sargentos y cabos se espediàn por las diputaciones á que correspondan.
5.º Los que por su edad, achaques, ú otras razones no puedan desempeñar el servicio de campaa, serán separados de él en todo tiempo que lo soliciten á fin de designarlos á un servicio menos activo ó darles su licencia absoluta con las formalidades correspondientes si la prefiriesen: mas el que sin este requisito desertare será castigado con las penas de ordenanza, asi como el que cometa delito militar segun previene el mismo reglamento.
6.º El batallon gozará de todos los auxilios que el ejército permanente recibiendo los voluntarios una racion de etapa y à mas cinco cuartos diarios: los cabos ademas de los cinco cuartos recibiran las correspondientes venajas: los oficiales percibirán dos raciones, y una de paja y cebada los capitanes, devengando tambien asi como los sargentos el haber que corresponde á los de las mismas clases en el ejército permanente, cuidándose por el intendente de suministrarles lo mismo que á estos la parte de paga que las circunstancias permitan.
7.º Todos los individuos del Batallon de voluntarios unidos devengaràn igualmnete dos reales diarios por plaza que las diputaciones se ven actualmente imposibilitadas para continuar suministràndoles; pero que se obliga á abonarles cuando puedan reunir algunos fondos.
8.º El Gefe político de la provincia de San Sebastian se servirà trasladar los artículos preinsertos al mencionado coronel Jàuregui à fin de que por medio del Comandante que en clase de interino, propondrà inmediatamente conforme al artículo 2.º los haga entender al batallon en orden del dia; y se recomienda à su actividad y celo patriótico la pronta organización é instrucción militar de estos beneméritos ciudadanos que se han presado bajo sus órdenes para un servicio tan distinguido, el cual convendrá siempre en cuanto las circunstancias lo permitan que sea el mas anàlogo á su primer instituto.
9.º El comandante general de la Provincia de Santander se servirà pasar à conocimiento del Excmo. Sr. General en gefe las bases de organización acordadas en estos artículos para su aprobacion. Oviedo 9 de Mayo de 1823.- Joaquín Albistur, gefe político de San Sebastian.- Gaspar de Jauregui.- José Nuñez de Arenas, gefe político de Vitoria.- Por la Diputacion Provincial y Gobierno político de San Sebastian.- Manuel Joaquin de Uzcanga. El Secretario de la Diputacion Provincial de Vitoria.- José de Aldama.
Número 3
Dirije á V. este Ayuntamiento el título de su nombramiento de Comandante del Batallón unido de Voluntarios nacionales de San Sebastian y Vitoria, y los de los demas oficiales, cuya eleccion se ha verificado ante esta corporacion, la cual se complace en haber presidido un acto del cual debe continuar y elevarse mas y mas la digna reputacion y la gloria que se han adquirido esos bravos, que heroicamente defienden la justa causa de la libertad y protegen denodadamente este Pueblo provocado por viles invasores.- Dios prospere á V. y bendiga el valor de ese Batallon benemérito. Coruña su Ayuntamiento constitucional 22 de Julio de 1823.- Agustin tin Marqueli.- José Berea Aguiaga Secretario.- Sr. Comandante del Batallon unido de San Sebastian y Vitoria.